La kinesiología espiritual se basa en la premisa de que el cuerpo, la mente y el alma están interconectados y que cualquier desequilibrio en uno de ellos puede afectar al resto. Esta disciplina utiliza la técnica de la kinesiología, que se basa en la creencia de que el cuerpo tiene la capacidad de comunicar sus necesidades a través de la debilidad o fuerza muscular.
En la kinesiología espiritual, se utiliza la kinesiología para identificar y corregir los desequilibrios energéticos en el cuerpo, la mente y el alma. Se trabaja con la energía vital del cuerpo, conocida como el chi o prana, para restablecer el equilibrio y promover la salud y el bienestar.
La conexión energética entre el cuerpo, la mente y el alma en la kinesiología espiritual se manifiesta a través de los meridianos de energía, los chakras y los campos de energía que rodean el cuerpo. Estos sistemas energéticos se ven afectados por nuestras emociones, pensamientos y creencias, y pueden impactar en nuestra salud física, mental y espiritual.
Al trabajar en la conexión energética entre cuerpo, mente y alma, la kinesiología espiritual puede ayudar a liberar bloqueos emocionales, mentales y energéticos, promover la sanación y el crecimiento personal, y cultivar una mayor conciencia y conexión con nuestro ser interior. Al equilibrar y armonizar estos tres aspectos de nuestro ser, podemos alcanzar un estado de bienestar integral y plenitud en nuestras vidas.